Maestro, estoy aquí. Aquí para usted, para servirle, para aceptar su ira y someterse a su testamento. Este es el verdadero yo, no es un juego. Soy nuevo en este mundo, pero alguien me hizo darme cuenta de que estaba hecho para hacerte feliz. Todavía estoy aprendiendo, pero Maestro, si me das la oportunidad, no te engañaré. Mi cabeza siempre está inclinada, mis ojos lloran por tu misericordia, mis labios están susurrando lo que te gustaría.
Encender Me gusta hacer lo que dices. Complaciéndote, cambiando las mesas, obedeciéndote. Me gusta arrodillarme frente a ti y dejar que me ordenes. Todos tienen sus razones y sus formas, no pregunto, no respondo, estoy aquí para hacerte sonreír y suplico
Apaga Estoy aquí para hacerte feliz. En mi habitación eres el maestro. Sin embargo, tómate tu tiempo con todo, tómate tu tiempo para descubrir mis aptitudes y mis límites. Empújalos pero no los apresures. Todavía estoy aprendiendo muchas cosas y debería ser
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